Un tribunal egipcio emitió sentencias de muerte a 21 personas acusadas
de participar el año pasado en los actos violentos la cancha de Port
Said, dichos acontecimientos dejaron 74 muertos.
La trifulca, en un partido el 1 de febrero de 2012 entre los clubes
Al-Masry de Port Said y Al-Ahly de El Cairo, fue la más sangrienta en el
futbol en 15 años.
El juez dijo en su fallo, transmitido por la televisión estatal, que
anunciaría su veredicto para los otros 52 acusados el 9 de marzo.
Los familiares de los muertos lloraron en la corte y levantaron las manos gritando "Allahu Akbar", o "Dios es grande" en árabe.
Por su parte, cientos de aficionados del Al-Ahly celebraron en su
estadio la sentencia del juez con bombas de bengalas y cánticos.
Como es la costumbre en Egipto, las sentencias de muerte serán enviadas
a la máxima autoridad religiosa del país, el Gran Mufti, para su
aprobación.
Apenas el pasado 30 diciembre se anunció que la Liga de futbol egipcia
se reanudará el próximo 2 de febrero tras estar suspendida durante un
año a raíz de los desafortunados incidentes.
Las autoridades condicionaron la vuelta del campeonato a que los
partidos se celebren sin público y en estadios dependientes de las
Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de la competencia.